martes, 4 de enero de 2011

Capitulo 4

¡No me lo podía creer! ¡Era la Jasmine Villegas! Osea que era verdad eso de que salían…

-hola Jasmin –sonrió pero el resto del grupo estaba callado y parecía que intentaban controlarse para no decirle de todo a Jasmine - ¡oh! Emm… Jasmin esta es Almudena, Almudena ella es Jasmin

Le di dos besos a regañadientes. Ella me miraba de arriba abajo con cara de asco y yo no me quedaba corta. ¿Qué se creía la niñata esa? Como siguiera así le iba a bajar los humitos

-emm esto… se me ha olvidado que tenía que ayudar a mi madre con…emm a limpiar la casa, ¡eso! Tengo que ayudarla a limpiar la casa, adiós –mentí y me fui a paso ligero

-¿qué le pasa a tu hermana? –dijo Justin extrañado

-no tengo ni la menos idea…

Entré en casa y me fui directa a mi habitación. Sentía muchísima rabia y tristeza, pero no entiendo por qué, se suponía que ya lo tenía superado, que le había olvidado. Me puse a llorar sin poder evitarlo.

-¿qué te pasa? –dijo mi hermano entrando en mi habitación

-nada, vete y déjame sola –contesté sin mirarle

-pero quiero saber qué te pasa, por qué estás así

-¡que me dejes! –le grité y él se fue

Sé que me pasé pero ahora mismo quería estar sola y no me apetecía hablar con nadie, y menos dar explicaciones. Al final acabé por quedarme dormida.

Me desperté por el sonido del móvil. Lo cogí y vi que eran Justin. Suspiré y descolgué el teléfono

-hola, ¿qué pasa? –dije medio adormilada aún

-eso digo yo, ¿por qué te fuiste ayer así?

-¿así cómo? Ya te dije que tenía que ayudar a mi madre a limpiar

-venga Almudena, ¿de verdad crees que me lo tragué?

-no entiendo por qué no si es la verdad

-si no quieres contármelo vale, pero no me mientas –colgó

Esto es increíble, encima se cabrea. Pues para orgulloso él, orgullosa yo.

Me levanté de la cama y me fui a duchar. Cuando bajé estaban todos allí abajo sentados

-hola –saludé y me fui a la cocina a prepararme un zumo

-¿qué te pasa? - preguntó Caitlin

-a mí nada, ¿por qué?

-por lo de ayer

-otra igual, ¡que no me pasa nada! ¡que tenía que ayudar a mi madre! –dije con el tono un poco más elevado de lo normal y me subí a mi habitación

Podía escuchar la conversación que estaban teniendo abajo

-¿has conseguido sacarle algo?- preguntó Christian

-que va, no suelta prenda y además se ha enfadado y se ha ido a su habitación -contestó Caitlin

-voy a hablar con ella

-el señor Bieber se va a tragar el orgullo por una vez, esto es increíble -dijo Chaz

-¡mierda! Había olvidado que estaba enfadado con ella

-pero por qué te habías enfadado con ella? No te ha hecho nada -dijo Ryan

-sé que le pasa algo y no me lo quiere contar, y eso me cabrea

-Justin, llevaba años sin verte, no esperarás que en este poco tiempo esté como antes no? -dijo mi hermano

-tienes razón pero aún así…-suspiró

-pídele perdón y habla con ella anda -dijo Christian

Noté cómo alguien subía las escaleras y se iba acercando a la puerta de mi habitación

-que no se Justin por favor, que no sea Justin –dije bajito y cruzando los dedos

-¿puedo pasar?

-¡mierda! –dije también por lo bajo – sí, pasa

-yo… -se quedó callado

-vamos Bieber, no tengo todo el día -dije cortanto y el suspiró

-lo siento

-¿qué sientes?

-haberme enfadado contigo sin motivo, no sé que es lo que me pasó, supongo que pretendía que todo fuera como antes…

-Justin, las cosas no pueden ser como antes

-¿por qué no?

-porque las cosas no son como antes, han pasado bastantes años y… -me callé

-y…?

-nada Justin, que las cosas no son como antes y punto

-Almudena, puedes contármelo, no voy a decírselo a nadie

-no puedo Jus

-¿por qué no?

-porque se estropearía todo

-¿todo el qué?

-nada Justin, ¿puedes dejarme sola por favor?

-no, no pienso moverme de aquí hasta que no me digas que es lo que te pasa -dijo y yo suspiré

-¿de verdad quieres saberlo?

-ya te he dicho que sí

-yo…

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