domingo, 3 de julio de 2011

Capitulo 15

Espero que disfrutéis del capitulo y que comentéis
Besos

-------------------------------


*Narrado por Almudena*


Si, le he perdonado y la verdad es que no me arrepiento, sólo espero que no vuelva a suceder lo mismo.

Ahora mismo me estoy preparando para su concierto, estoy ansiosa por verlo de nuevo, y eso que no hace ni dos horas de la última vez que lo he visto. Mañana por la mañana se va su próximo destino, Alemania. Yo no voy a poder acompañarle ese día que esté allí, pero me incorporaré con él en Austria  y estaremos juntos hasta que yo termine mis vacaciones y vuelva a Portugal, o al menos en eso hemos quedado.

Cuando llegó la hora caminé hacia el parque, ya que allí había quedado con Ryan y Chaz para irnos juntos.  Una vez llegamos todos pusimos rumbo al lugar del concierto. Nos dirigimos a la puerta de atrás y Kenny nos abrió la puerta.

-hola –dijo sonriendo

-hola –contestamos los tres

-Justin está en su camerino, seguidme

Y eso hicimos, le seguimos hasta allí. Llamamos a la puerta

-un momento –se escuchó desde dentro y unos segundos más tarde nos dijo que podíamos pasar- me estaba cambiando –comunicó cuando pasamos a la pequeña habitación

-Justiiin! –lo abracé fuertemente y Ryan, Chaz y él se rieron por mi reacción

-no hace gracia –dije fulminándoles con la mirada

-sí que hace –dijo Rya sonriendo

-bueno, que suerte, ya te dejamos a solas con la petarda esta –dijo Chaz  bromeando mientras alzaba y bajaba varias veces seguidas las cejas

-si vas a decir tonterías sí, mejor largaros –dije riéndome y tras despedirnos se fueron a 
buscar a Pattie

-estoy deseando que llegue pasado mañana –dijo mientras ponía sus manos en mi cintura y me acercaba a él

-yo también, y volver a estar juntos como antes –dije pasando mis brazos por su cuello y pegando mi frente a la suya

-te amo, ¿lo sabías? –dijo con una sonrisa y me besó, pero ese beso se vio interrumpido por un golpe en la puerta

-Justin, sales en cinco minutos – dijo un hombre y Justin suspiró

-me tengo que ir –dijo poniendo una mueca – te veo después del concierto – me dio un leve beso en los labios y salió encaminándose así hacia el escenario. Yo me fui con Pattie y desde las gradas estuve disfrutando del maravilloso concierto

Cuando quedaba la última canción me fui a su camerino para esperarle y cuando el concierto acabó el vino sonriente

-¿te ha gustado? –preguntó

-claro que sí, esas cosas no se preguntan –dije riendo y le besé

-no te pegues mucho que estoy sudando –me dijo con una sonrisa- oye, ¿por qué no te quedas esta noche a dormir conmigo?

-no sé si mi madre me dejará…

-llámala –dijo tendiéndome su móvil

Lo cogí y llamé a mi madre.

-¿y?

-me deja –dije con una sonrisa de oreja a oreja

Nos dirigimos hacia el hotel en el que se alojaba y subimos a su habitación

-oye, ¿por qué te quedas en un hotel teniendo tu casa? –pregunté curiosa

-porque así estamos con todo el equipo –dijo encogiéndose de hombros – me voy a duchar, toma, ponte esto si quieres ponerte cómoda –me dio una camiseta suya

Cuando él entró al cuarto de baños yo me quité mi ropa y me puse la camiseta que me había dado. Me miré al espejo y no se me veía nada ya que me llegaba hasta casi por las rodillas.

-perfecto –pensé

Me senté en la cama a esperar y al cabo de diez minutos salió con la toalla enroscada alrededor de su cintura y con otra secándose un poco el pelo. Se le veía tan sexy…

-Almudena, ¿quieres un cubo para las babas? –dijo riéndose

-no hace gracia imbécil –dije pegándole flojo en el hombro y riéndome también

-sí que la hace- dijo sonriendo mientras se acercaba a mí y comenzó a besarme. 

Comenzó como un beso lento y  dulce pero cada vez se fue tornando más apasionado. 

Cuando quisimos darnos cuenta ya estábamos casi desnudos, tan sólo teníamos él la toalla y yo las braguitas. Justin acariciaba todo mi cuerpo. Cada roce hacía que me estremeciera. Subió su mano por mi pierna y al llegar al filo de mis braguitas me miró como pidiéndome permiso. Yo asentí mientras le sonreía y me las quitó, quedando así totalmente expuesta, sin nada que me cubriera. Justin me miró sonriendo tímidamente y me besó. Yo mientras tanto le quité al él la toalla, quedando así los dos desnudos.

-Almudena, ¿estás segura de que quieres continuar? Si no quieres seguir podemos dejarlo para más adelante

-nunca he estado más segura de nada Justin, quiero hacerlo contigo, pero… ¿estás seguro tú? Le hiciste una promesa a tu madre… –dije

-con esto no rompo la promesa, tranquila, ya te lo contaré –sonrió y nos besamos de nuevo

Paró un momento, se levantó, cogió su pantalón y de él sacó un preservativo, se o puso y se colocó sobre mí.

-si te hago daño dímelo –dijo y yo asentí

Comenzó a penetrarme lentamente, con cuidado. A pesar del dolor resultaba placentero. 

Era indescriptible esa sensación que estaba sintiendo. Sentirlo dentro de mí, fundiéndonos en solo ser era algo que me producía una gran sensación. La habitación estaba en silencio, tan sólo se oían nuestros gemidos y el choque de nuestros cuerpos. Cuando llegamos al orgasmo Justin se tumbó boca arriba en la cama y yo apoyé mi cabeza en su pecho. Nos tapamos con la sábana y en esa posición nos quedamos dormidos.